El significado de la palabra eutanasia es "buena muerte". La eutanasia es un procedimiento clínico que pretende evitar el dolor.
Durante el procedimiento de la eutanasia el veterinario administra fármacos que inducen una profunda sedación (similares a los que se utilizan en una anestesia) por lo que el animal deja de padecer dolor o ansiedad. Estos fármacos causan una parada cardíaca y por lo tanto el deceso del animal.
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El procedimiento más habitual es la administración vía intravenosa de los fármacos. En animales muy ansiosos es posible que se administre un primer fármaco relajante previamente, en este caso mediante una inyección en el músculo.
Una vez administrado el fármaco, éste induce una profunda relajación muscular, ya con el animal inconsciente, lo que puede provocar una relajación de los esfínteres y por lo tanto que el animal se orine o defeque, él no es consciente de todo esto. No debes asustarte ni preocuparte si esto sucede, es normal.
Esta relajación también afecta a los músculos de la cara, por lo que los ojos de tu animal quedarán abiertos, puede ser impactante pero de nuevo el animal no es consciente de nada, puedes tomar medidas como cubrir la cara parcialmente o no colocarte en la parte frontal del animal.
Progresivamente el fármaco irá actuando provocando finalmente una parada cardiorespiratoria y por lo tanto la muerte. En el último momento las respiraciones pueden ser más profundas, no te asustes. En este punto la muerte se ha producido. Es probable que necesites unos minutos para la despedida, de nuevo, decide si necesitas intimidad o quieres estar acompañado tanto del veterinario como de alguna persona allegada. Manifiesta tus voluntades con anterioridad al momento para que sepan cómo actuar.
La recomendación general es cerrar todos los trámites administrativos antes de iniciar el procedimiento clínico.
Una vez administrado el fármaco, éste induce una profunda relajación muscular, ya con el animal inconsciente, lo que puede provocar una relajación de los esfínteres y por lo tanto que el animal se orine o defeque, él no es consciente de todo esto. No debes asustarte ni preocuparte si esto sucede, es normal.
Esta relajación también afecta a los músculos de la cara, por lo que los ojos de tu animal quedarán abiertos, puede ser impactante pero de nuevo el animal no es consciente de nada, puedes tomar medidas como cubrir la cara parcialmente o no colocarte en la parte frontal del animal.
Progresivamente el fármaco irá actuando provocando finalmente una parada cardiorespiratoria y por lo tanto la muerte. En el último momento las respiraciones pueden ser más profundas, no te asustes. En este punto la muerte se ha producido. Es probable que necesites unos minutos para la despedida, de nuevo, decide si necesitas intimidad o quieres estar acompañado tanto del veterinario como de alguna persona allegada, manifiesta tus voluntades con anterioridad al momento para que sepan cómo actuar.
El procedimiento de eutanasia lleva consigo una serie de trámites que también debemos cumplir, como son:
- Autorización del procedimiento de eutanasia. Cómo en prácticamente todas las intervenciones los veterinarios estamos obligados a recoger los consentimientos a los procedimientos, por ello, vuestro veterinario os pedirá que rellenéis o al menos firméis el formulario de consentimiento para la eutanasia.
- Tras la defunción de un animal de compañía es obligatoria la incineración. Habitualmente se contemplan la incineración colectiva donde no se recuperan las cenizas del animal o la individual donde existe la opción de recibir las cenizas tras el procedimiento. Estas dos opciones también se diferencian por el coste económico, siendo la incineración individual más costosa que la colectiva.
- Pago de las tarifas por la eutanasia y la incineración
- Dar de baja en de la base de datos de identificación oficial. A menudo nuestro veterinario se encargará de dicho trámite.