Gatos demasiado dependientes
Lazos de afecto entre gatos y humanos
Vicky Halls

 
 

Todos conocemos a alguien que “se pasa un poquito de la raya” en la forma en la que se comporta con su gato, aunque por lo general es un juego inofensivo que no perjudica ni al gato ni a su dueño. Sin embargo, en ocasiones este tipo de relaciones pueden volverse conflictivas, en concreto cuando uno de los dos o ambos desarrolla un hiper-apego. El hiper-apego se define como “un lazo emocional entre un humano y su mascota, tan intenso, que produce un perjuicio tanto físico como psicológico para ambos”.

Normalmente este tipo de relaciones son de puertas hacia dentro, y suelen pasar desapercibidas. Los veterinarios solemos ver las consecuencias cuando el gato en cuestión muere o es sacrificado y el propietario es incapaz de sobreponerse. A algunas personas les afecta en exceso y no siguen las etapas lógicas del duelo para llegar finalmente a la aceptación de la pérdida. El hiper-apego es en ocasiones el resultado de un trauma no resuelto en la vida de dueño; de hecho, en muchos casos no tiene nada que ver con el gato en sí.

El grueso de nuestro trabajo como especialistas en comportamiento abarca problemas de micción o defecación en lugares inapropiados, marcaje, agresividad... Las relaciones de hiper-apego representan tan solo un 10%. La presentación más común es la aparición de comportamientos y/o respuestas anómalas del animal o de su propietario. Por ejemplo, un gato desvalido y nervioso que es adoptado por una persona tremendamente solicita y protectora, desencadena una cascada de emociones que termina en una relación de hiper-apego. El otro ejemplo seria el mismo tipo de propietario que adopta un gato inteligente y sensible (Siamés, Burmés...); en este caso el animal suele desarrollar una permanente necesidad de atención  que al final se traducirá en una relación de hiper-apego.

¿Existe algún prototipo de persona que tenga más probabilidades de desarrollar este tipo de relación con su gato? Existen elementos comunes en todos los casos; es obvio que muchos nos sentiremos identificados con alguno de estos rasgos, sin embargo las alteraciones en los lazos afectivos se observan cuando varios de estos rasgos se presentan en la misma persona:

  1. El propietario es mujer.
  2. El propietario vive solo o con alguien con quien pasa poco tiempo.
  3. El propietario esta tomando algún tipo de medicación psiquiatrica (Prozac...), esta o ha estado en terapia psicológica, o ha sufrido algún trauma (divorcios...).
  4. El propietario se refiere a los gatos como si fueran humanos (antropomórficos). Muchos de ellos, durante la consulta, hablan con su gato y no tienen contacto visual con el veterinario.
  5. Los propietarios no se van de vacaciones o no visitan a familiares o amigos por no dejar al gato solo.
  6. Los gatos están siempre dentro de casa o con supervisión constante por miedo a que les ocurra algo en el exterior.
  7. Muchos propietarios dicen de si mismos que son muy perfeccionistas y siempre buscan agradar a los demás.
  8. El gato produce alteraciones en el día a día de sus propietarios, llegando estos a dejar muchísima cantidad de comida al alcance de su animal, por si acaso no regresan a casa a tiempo.

Estos datos pueden servir de ayuda. Es muy importante conocer como de intensa es la relación entre la persona y el gato si queremos intentar cambiarla. En ocasiones, es muy útil proponerles a los dueños que escriban un diario que refleje las interacciones con el gato, durante unas dos semanas antes de la consulta. Esto nos ayudara a diferenciar claramente los problemas.

Aquí detallamos algunos ejemplos reales:

  1. Una mujer dejo encendida la calefacción durante toda la noche por si acaso su gato pasaba frío, y se la paso en vela porque hacia demasiado calor para poder dormir.
  2. Otra mujer le ponía a su gato cada día siete comederos con siete variedades distintas de comida por si acaso al gato no le apetecía comer alguna de ellas.
  3. Muchos de estos propietarios dejaban a sus gatos encerrados en casa 24 horas al día porque les daba miedo que algo malo les pasara en el exterior, incluso cuando los gatos estaban desesperados por salir.
  4. Una mujer se levanto a las 3 de la mañana a cocinar pescado porque “su gatito se lo pidió”.
  5. Otra mujer le puso a su gato un collar isabelino permanente y le hacia vivir en una habitación de 2x2 porque un año y medio antes se había rascado la oreja y se había lastimado y tenia miedo de que volviera a pasar.

Es importante aclarar que nuestra misión no es juzgar a estos dueños sino simplemente intentar ayudar a que su relación con sus gatos sea más sana.

Casos Clínicos
Pasamos a describir algunos casos clínicos, las técnicas empleadas y los resultados obtenidos. Al plasmarlos sobre el papel, muchos de ellos pueden parecer tremendamente sencillos, pero lo realmente difícil es conseguir que los propietarios nos escuchen y confíen en nosotros lo suficiente como para cambiar su relación con su gato. Muchos de estos casos necesitan mucho tiempo ya que no debemos olvidar que entran en juego no solo el animal, sino las emociones y carencias de su propietario.

CHICHESTER
No es raro ver que algunos gatos utilizan distintos métodos para acaparar la atención de sus amos. Aunque casi siempre se relaciona con el territorio o la ansiedad, el marcaje urinario es una manera estupenda de llamar la atención. Esto solemos verlo en gatos Siameses, Burmeses y en el resto de las razas Orientales, que suelen ser animales muy inteligentes y sensibles. Este era el caso de Chichester, un macho castrado oriental de 4 años.
Chichester vivía con otros tres gatos y su dueña, Lucy. La casa contaba con una puerta gatera que les daba acceso al exterior; esta puerta permanecía cerrada por la noche y cuando Lucy no estaba en casa, “por razones de seguridad”. Lucy también alimentaba gatos callejeros en el jardín. El resto de gatos no eran excesivamente sociables pero se toleraban mutuamente.

Chichester comía una gran variedad de comida húmeda y seca Iams y pechugas de pollo cocinadas diariamente. Tenia un historial medico impecable. Era el gato preferido de Lucy, ya que ella sentía que la necesitaba más que los demás, y dormía con ella todas las noches.

Alteración del comportamiento:
Aproximadamente 18 meses antes, Chichester había comenzado a marcar con orina en el interior de la casa; al principio sólo en algunas zonas, pero posteriormente se extendió a toda la casa e incluso lo hacia delante de Lucy. Ella lo interpretó como una búsqueda de atención. Además había desarrollado un apetito caprichoso.

Explicación:
La combinación de un dueño súper cariñoso y sobreprotector con un gato tremendamente inteligente y manipulador había provocado la aparición de una relación excesivamente intensa. Chichester siempre buscaba a Lucy para interaccionar; su demanda de atención creció considerablemente desde que se cerró la puerta gatera y se le privó de desarrollar otras actividades. Uno de los gatos callejeros había entrado en la casa a través de la puerta gatera y parece que Chichester había comenzado con el marcaje urinario en respuesta a esta intrusión. Sin embargo, este hecho había tomado un tinte más oscuro cuando Chichester se dio cuenta de que al marcar con orina conseguía que su dueña le prestara atención. También aprendió que su frustración se disipaba, así que, por ejemplo, si Lucy estaba ocupada y no le hacia caso inmediatamente, con el marcaje conseguía relajarse y al mismo tiempo captaba la atención de su dueña.

Pautas de modificación del comportamiento:
Lucy tenia que intentar controlar su preocupación por Chichester y comprender que mientras el gato siguiera centrándose en ella, la relación se volvería cada vez más destructiva para ambos.

Le pedimos que dejara de alimentar a los gatos callejeros, ya que cualquier contacto con ellos supondría un empeoramiento de la situación. Cambiaron la puerta gatera por una con un sistema de control electromagnético para que los gatos no pudieran entrar a la casa. Al parecer, el comportamiento de Chichester empeoraba cuando la puerta gatera estaba cerrada; Lucy nos dijo que antes siempre permanecía abierta, pero una vez Chichester salió y se escondió en el motor del coche de uno de sus vecinos y le daba miedo que ocurriese algo grave. Le sugerimos que podía hablar con los vecinos y pedirles que miraran en el motor de sus coches antes de encenderlos, y por el momento conseguimos convencerla.

Organizamos un plan de comidas para Chichester y los demás gatos, para evitar un desperdicio de comida innecesario.

Le pedimos a Lucy que ignorara a Chichester cada vez que demandara atención o marcara. La interacción entre ambos debe comenzar siempre por el lado de Lucy: debía acariciarlo y mimarlo cuando estuviera tranquilo y calmado y le advertimos que cuando Chichester se sintiera ignorado, seguramente intentaría con todas sus fuerzas obtener atención. Pedirle a un dueño de estas características que ignore a su adorada mascota es una de las pruebas mas duras a las que tendrán que enfrentarse. No tienen que tener contacto visual ni comunicación alguna, y su lenguaje corporal tiene que ser seco y frío para que la mascota capte el mensaje.

Es útil que vengan visitas a casa y jueguen con el gato usando algún juguete interactivo, tipo caña de pescar. Las zonas marcadas deben ser limpiadas con algún detergente enzimático y rociadas con Feliway®.

Desenlace:
Abrir de nuevo la puerta gatera tuvo un efecto increíble. Hay tanto para ver y hacer en el exterior, que la fijación por Lucy disminuyó enseguida. Aunque siempre estaba con ella cuando llegaba de trabajar, los vecinos le contaban que lo veían siempre por la calle, de aquí para allá. La clave del éxito fue la perseverancia de Lucy. Cualquier signo de debilidad o ruptura de las pautas supondría que todos nuestros esfuerzos resultasen nulos, ya que el animal lo interpretaría como un “refuerzo intermitente”, es decir, que aprende que tiene que insistir muchisímo para lograr lo que quiere, pero que al final lo consigue.

Lucy comenzó a acudir a Chichester cuando quería mimos, y no al revés. Mejoró su vida social, ya que ya no le daba miedo dejar a su gato solo, e incluso mejoro la relación con los otros gatos.

GEORGE
El desapego tambien puede derivar en una relacion problemática, pero es una circunstancia mucho mas subjetiva, ya que lo que para un dueño es un gato desapegado, para otro, ese mismo gato es un gatito perfectamente normal e independiente. Un caso de un gato que llegó remitido por una agresión, ilustra esta situacion.
George era un gatito British Shorthair castrado de 2 años. Vivia con un matrimonio y sus dos hijos adolescentes en una casa de dos plantas. Tenía acceso al exterior pero solo salía de casa si la familia estaba tambien en el exterior o si hacia calor.

Tenia buen apetito y sus dueños lo alimentaban con comida seca Iams y comida húmeda Whiskas cuatro veces al dia. Le encantaba jugar con los niños y que éstos le tiraran ratonctos de piel.

Era un gato muy poco sociable y huia de cualquier contacto fisico. Le molestaban mucho los extraños y se erizaba ante cualquier ruido inesperado.

Alteracion de comportamiento:
Desde que era cachorro se dedicaba a atacar los pies de la gente, normalmente tras haber estado jugando con algun juguete.Cuando era jovencito, lo consideraban divertido; de hecho, les encantaba por fin tener algun tipo de interaccion con el gato, por lo que incluso se lo festejaban.

Los arñazos y los mordiscos se volvieron mas dolorosos a medida que el gato crecía y se hacia mas fuerte, y llegó un momento en el que dejaron de jugar con él por completo.

Explicación:
George era un gato con un carácter muy poco sociable, pero además era muy inseguro, por lo que evitaba desarrollar actividades “arriesgadas” durante el día, por lo que se aburria mucho. Cuando se decidía a jugar, se sobreexcitaba y terminaba haciendo daño a la gente; esto se habia convertido en un comportamiento aprendido tras muchos festejos de ese mismo comportamiento cuando era cachorro. La familia no sentia a George como un miembro mas, e incluso comenzaron a plantearse si tenía algun sentido seguir teniéndolo en casa, y este era el principal problema con el que nos encontramos. Ya no interaccionaban con el en absoluto ya que habian dejado de jugar con el por completo. El objetivo era resolver la relación en ambas direcciones y que nadie resultara herido.

Pautas de modificación del comportamiento:
El primer cambio consisitiría en cambiar los hábitos alimenticios de George haciendo que trabajara más para conseguir su comida. La mayor parte de la comida seca fue dispuesta en diferentes lugares de la casa; al principio lugares bastante evidentes, para que captara el mensaje, y luego mas escondidos. A los hijos de la familia se les encargó que crearan escondrijos con comida y catnip. Arreglaron la zona de juegos que no usaban desde que el gato tenía 6 meses y añadieron elementos para que George pudiera ver a los pájaros que había fuera de la casa.

A George le encantaba ver el agua correr, por lo que compraron una fuente que instalaron en su zona de juego, y le encantó.

Desenlace:
A medida que iba descubriendo lo divertida que puede ser la vida de un gato y todas las nuevas actividades que tenia a su alcance, la confianza de George aumentó. Al cabo de tres semanas, tal y como les habiamos sugerido a los dueños, dejaron la puerta de su sala de juegos abierta al exterior, para que el gato decidiera si queria o no queria salir. Y salió, con cautela al principio, pero salió.
George mejoro muchisimo y su agresividad desapareció de la noche a la mañana. La familia se sentia cada vez mas apegada al gato porque este se encontraba relajado y cómodo a su lado. George no recibia contacto forzado con los humanos pero por decision propia fue comprobando que el relacionarse con los humanos no le digustaba en absoluto, y fue cuestion de tiempo que permitiera que sus dueños lo tocaran y acariciaran.

BF
Este caso narra la historia de BF, un caso triste de depencencia por parte de la mascota y no de su dueño, e ilustra la idea de que, desgraciadamente, no todas estas historias tienen un final feliz.
BF era un gatito macho castrado, común de pelo corto. Fue recogido de una protectora con 10 semanas junto con otro gato.
A los 5 meses se lo llevaron a una nueva casa junto con otro gato, un mes mayor que él; sus nuevos dueños trabajaban y no estaban en casa en todo el día. Todo iba bien hasta que, con nueve meses, desapareció durante una semana. Cuando regresó, comenzo a defecar cada vez que recibía a sus dueños al volver del trabajo, delante suyo. Los dueños lo devolvieron a la protectora; alli vivio con la persona con la que se habia relacionado de cachorro, y pasaba parte del tiempo con el resto de gatos de la protectora, y parte en la casa de esta persona.

Alteracion del comportamiento:
BF vocalizaba continuamente cuando estaba en la jaula o cuando no estaba con su dueña, y defecaba cada vez que la veia, incluso en sus pies! Las heces eran eliminadas sin control (n habia movimientos abdominales) y el acto era precedido por un roce intenso contra las piernas de su dueña. Cuando estaba cerca suyo el gato comenzaba a hiperventilar y se sobreexcitaba, incluso intentaba trepar por su dueña para intentar meter la cabeza dentro de su boca! Nunca dejaba de buscarla y en ningun momento se encontraba tranquilo ni relajado. Su atencion estaba definitivamente centrada en esa sola persona.

Explicación:
BF sufria de un desorden afectivo severo. Desgraciadamente no sabemos que lo originó. Puede ser que se debiera a la frustración, inseguridad, o una forma atípica de búsqueda de atencion que se hubiese visto reforzada inconscientemente por la dueña; incluso podria haber tenido una base clínica, como un exceso o defecto de algún neurotransmisor.

Pautas de modificación del comportamiento:
Su veterinario le prescribió Clomipramina (comercializado como Clomicalm®) a dosis de 0,5mg/kg, con poca respuesta. Al subir la dosis a 1mg/kg los síntomas no solo no desaparecieron, sino que se agravaron.
Se probó con una terapia interactiva con otras personas en la que obtenía comida como recompensa (tenía buen apetito), y lo único que se consiguió fue que el animal dejara de comer.
La siguiente prueba fue intentar una dieta rica en Vitamina B6 y Triptífano, un aminoácido que en el organismo se transforma en Serotonina (un neurotransmisor que equilibra el estado de ánimo) que pretendia controlar su comportamiento mediante la alimentación.
Se le realizaron multiples pruebas médicas (analítica sanguínea, examen neurológico...) para descartar una causa médica.

Desenlace:
Desgraciadamente, llegamos demasiado tarde. La propietaria ya no podía más y solicitó la eutanasia. Este es un aspecto triste pero muy importante cuando nos enfrentamos a problemas de dependencia. El éxito de cualquier terapia radica en la capacidad del dueño de llevarla a cabo. En este caso, este problema supero a la dueña, una persona muy acostumbrada a tener gato, y ese fue el factor decisivo en el desenlace.
Cualquiera que trabaje con gatos, ya se esn albergues, protectoras o clínicas veterinarias, debe ser consciente de la intensidad de los lazos que se establecen entre las personas y sus gatos.
Si nos involucramos en intentar resolver una relacion de hiperapego, puede resultar fascinante y muy gratificante. Pero debemos recordar que no todos estos problemas se pueden resolver; estas relaciones pueden llegar a ser mas fuertes que nosotros!.

 

 

 

                                                                      

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