Adiestramiento de perros y gatos

 

 
 

Sara Whitehead habla sobre los principios del adiestramiento

Como me dijo una vez un adiestrador de perros americano: “si quieres ser un excelente adiestrador, ¡practica en un gato o en un pollo!”. Realmente esto no esta muy lejos de la realidad. Para poner a puntos los mejores métodos de adiestramiento cualquiera de estas dos especies podrían servir.

Los gatos pueden ser educados para realizar ejercicios básicos, como sentarse, o usar la gatera, y también para desarrollar comportamientos más complejos como dar la pata, cobrar la pelota o sentarse en una determinada posición. De cualquier modo, para la mayoría de los propietarios de gatos el entrenamiento suele ser un modo de acercamiento para  conseguir cepillar a los gatos, examinarlos, revisar sus dientes, pelaje y uñas, o simplemente para llamarlos por la noche.

Educar a los gatos es una tarea delicada y requiere mucho tiempo. Tanto si lo que queremos conseguir es cepillar al gato, como si lo que queremos es que aprenda a realizar un truco, todo tiene que hacerse al propio ritmo de cada gato.

El castigo está completamente descartado, los gatos huirán o manifestarán ansiedad, aunque se haga del modo más leve posible. Las reprimendas, los gritos y el castigo físico e incluso negar la recompensa en el momento adecuado, podrían afectar seriamente a la relación con tu gato y hacer que mire al vecino con grandes expectativas. Todo esto es porque los gatos no dependen de una estructura social para sobrevivir, como lo hacen los perros. En vez de esto, todo el adiestramiento debe basarse en la recompensa, poniendo énfasis en signos claros y siguiendo un ritmo adecuado.

Por esta razón el adiestramiento por clicks puede ser muy útil para modificar la conducta de los gatos. Los “clickers” tienen buena fama en el adiestramiento de perros para indicar al perro el movimiento exacto para conseguir la recompensa. Es una caja de plástico pequeña que contiene una lámina metálica flexible, que cuando se presiona hace un sonido de doble click. Es fácil de distinguir y preciso y ayuda a marcar un comportamiento determinado de una manera más obvia para el animal y el adiestrador que la voz por si sola. Esto significa que la dependencia en la recompensa disminuye, cuando el gato hace la asociación entre el click y la recompensa, entenderá que la señal marca el comportamiento correcto y la recompensa viene después. Lo que se puede usar como recompensa depende mucho de cada gato. Mi propio “caso de estudio” respondía siempre a pequeños premios de comida como pequeños trozos de pollo cocinados. También le gustaba jugar a perseguir un hilo. Intentar que un gato sólo responda a las alabanzas y caricias es como pedirme a mí que responda para conseguir una galleta cracker sin crema.

Teniendo una buena recompensa para cada gato y habiendo decidido que tipo de señal marcadora se va a utilizar, es entonces importante dividir la acción en etapas más pequeñas. Adiestrar al gato a entrar por la gatera es un buen ejemplo ya que primero tendrás que enseñar al gato a pasar por el agujero de la pared levantando la puerta de la gatera. Marca el comportamiento cada vez que lo haga de un modo correcto, con el clicker o con una palabra específica, después dale su premio. Cuando el gato esté entrando por la gatera abierta con confianza, poco a poco ve bajando la puerta de la gatera hasta que vaya viendo que para poder pasar tendrá que empujar la puerta. Todo esto tiene que ser marcado y recompensado numerosas veces. Al final el gato tiene que entender que aunque la puerta esté completamente bajada, empujarla le permitirá pasar  para conseguir escuchar la señal marcadora y su recompensa. Como todos los comportamientos bien aprendidos, esta acción se convertirá en una acción recompensada por si misma. Tu gato cuando necesite ir al servicio pasará por la gatera y esto se compensará con el alivio, cuando tenga hambre al entrar conseguirá comida y así sucesivamente. Esto significa que el comportamiento correcto no necesitará una recompensa externa para mantenerse, el mero uso de la gatera diariamente es por sí mismo una recompensa.

¡Por supuesto que el adiestramiento es una calle de dos sentidos! Al mismo tiempo que nosotros tratamos de enseñar comportamientos adecuados a nuestros gatos, ¡ellos están adiestrándonos a nosotros también! Al menos nosotros, entendiendo los principios de éxito del adiestramiento, podemos ver como lo hacen.

SI QUIERES ADIESTRAR A TU GATO

  • Comienza con una meta concreta. Por ejemplo, si quieres conseguir cepillar a tu gato, piensa cuando y como va a desarrollarse el comportamiento final.
  • Divide la acción en pequeñas etapas. Por ejemplo, sólo con ver el cepillo muchos gatos se escapan y se esconden detrás del sofá, incluso antes de empezar a ser cepillados.
  • Busca una recompensa que le guste mucho a tu gato. No tiene sentido usar trozos del pienso que tu gato tiene puesto todo el día. Para una buena motivación y una recompensa de verdad, se necesita un buen premio.
  • Si usas comida como recompensa, divídela en trozos muy pequeños para que puedas usar muchos en cada sesión de entrenamiento.
  • Elige una señal marcadora antes de empezar. Puede ser sólo un clicker (si lo usas asegúrate de no ponerlo muy cerca de tu gato y ten cuidado de no asustarlo las primeras veces) o una palabra específica que va a significar: “Esto es lo que te hace conseguir la recompensa”. Yo suelo usar “Si” o  “Bien”  dicho siempre en el mismo tono.
  • No uses nunca castigos cuando estés adiestrando. Incluso una pequeña reprimenda puede ser negativa, así que confía en el uso de las recompensas para reforzar los buenos comportamientos e ignora los comportamientos que no te gusten.

 

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