Secreción nasal cronica en el gato

 
 


La enfermedad crónica de vías respiratorias altas (VRA) es habitual en los gatos y puede tener varias causas. La forma de presentación más común se denomina rinitis crónica postviral ó idiopática. En este caso, una infección viral (como por ejemplo la gripe felina causada por FCV ó FHV) provoca un daño sobre la mucosa nasal; más tarde, la condición de cronicidad favorece la instauración de una infección bacteriana secundaria de los tejidos ya dañados. Esto podría desembocar en una osteomielitis bacteriana crónica de los huesos turbinados (las finas láminas óseas que rellenan la cavidad nasal). Otras causas menos frecuentes de la secreción nasal crónica serían:

  • Infecciones fúngicas, muy poco habituales en Reino Unido.
  • Inflamación, que puede provocar la aparición de pólipos en el tejido dañado.
  • Neoplasias (cáncer) que pueden tener origen en la cavidad nasal ó ser parte de una enfermedad sistémica.
  • Daños físicos que pueden tener origen en cuerpos extraños alojados dentro de la cavidad nasal, traumatismos faciales (Ej. mordeduras de otros gatos, golpes de coche), ó ser secundarios a enfermedades dentales graves.

¿Qué síntomas tiene la enfermedad crónica de VRA?

Los síntomas principales son secreción nasal y dificultad respiratoria, que provocan el “estertor nasal” crónico. Según cual sea la causa inicial de la enfermedad y la coexistencia de otras enfermedades, la secreción nasal será de un tipo u otro, estarán afectados uno o los dos orificios nasales y habrá o no presencia de otros signos clínicos.

Para determinar la importancia y naturaleza de la enfermedad, el gato debe pasar un exhaustivo examen por parte de un veterinario. Los puntos concretos que el veterinario observará son:

  • La presencia de secreción nasal y si ésta es bilateral (sale por ambos orificios nasales) o unilateral (sólo sale por uno de ellos). Algunas enfermedades tienden a caracterizarse por secreción unilateral (cuerpos extraños, cáncer), mientras que otros típicamente cursan con descarga bilateral (rinitis crónica postviral). Las características de la secreción también tienen importancia: puede ser serosa (transparente), purulenta (amarillo verdoso) ó teñida de sangre. Aunque el tipo de secreción puede ayudarnos en el diagnóstico, otras veces puede desorientarnos.
  • La deformación de la cara suele ser indicativo de enfermedad mucho más grave, como una infección fúngica o cáncer dentro de la cavidad nasal. El dolor facial no es frecuente, aunque la renuencia del gato a ser explorado en la cara es típica de aquellos que padecen obstrucción de VRA, en especial si tienen cuerpos extraños o pólipos intranasales.
  • Pueden observarse estornudos, dificultad respiratoria, respiración ruidosa y respiración por la boca, pero son todos signos de poco valor diagnóstico.
  • La exploración de los ojos puede detectar descarga de lágrima (ojos llorosos), lo cual suele asociarse a daños en el conducto nasolagrimal a consecuencia de una infección viral previa de VRA, aunque este signo también ocurre en gatos con cáncer en la cavidad nasal. Otra secuela típica de infección viral previa de VRA es la inflamación crónica de la córnea (la parte anterior transparente del ojo).
  • Si hay dolor e inflamación en los oídos, podremos sospechar de la presencia de pólipos inflamatorios. Los gatos con este problema pueden tener además problemas al tragar si los pólipos son suficientemente grandes como para obstruir el fondo de la garganta.
  • Los gatos con obstrucción de VRA suelen tener poco apetito y desarrollan pérdida de peso. Si es muy acusada, es indicativo de cáncer, infección fúngica o enfermedad sistémica grave.
  • El tamaño y la forma de los riñones puede modificarse en algunos tipos de cáncer.
  • El aumento de tamaño de los ganglios del ángulo mandibular es frecuente como consecuencia de una respuesta inflamatoria local. Si los ganglios son muy grandes o comienzan a crecer los del resto del cuerpo, habrá que sospechar de cáncer o de infección fúngica como causa inicial.

Hay que tener mucho cuidado de no sobreinterpretar los signos clínicos, porque nos desviarán del diagnóstico correcto, ya que muchas causas diferentes de esta enfermedad pueden tener los mismos síntomas. Sin embargo, hay reglas generales que pueden aplicarse: por ejemplo, un gato con deformación de la cara con dolor, en especial si se acompaña de sangrado unilateral por la nariz o un aumento de los ganglios linfáticos sugiere la presencia de una enfermedad más grave como cáncer ó infección fúngica. La ausencia de estos síntomas no puede descartar la presencia de enfermedad grave, como en el caso del linfoma nasal (un tipo de cáncer frecuente en gatos), el cual suele producir obstrucción nasal bilateral, muy poca secreción nasal y de cualquier tipo. Aunque la rinitis crónica postviral suele cursar con descarga nasal bilateral purulenta, otras veces sólo se aprecia secreción por un orificio, con o sin hemorragia nasal.

El historial del gato ayuda mucho al diagnóstico

Será de mucha ayuda conocer la respuesta a varias preguntas acerca de los datos previos sobre la vida del gato enfermo:

  • ¿Tuvo el gato siendo cachorro infección aguda de VRA (gripe felina)? Esta es la causa más habitual de inicio para una secreción nasal crónica.
  • ¿Tiene historial de enfermedad dental, traumatismo craneal o infección en oídos?
  • ¿A qué edad comenzaron los síntomas? La edad de aparición y la rapidez en el desarrollo de la enfermedad suelen despistarnos, pero ocasionalmente pueden darnos datos relevantes que ayuden al diagnóstico.
  • ¿La descarga nasal ha tenido siempre las mismas características de color, consistencia y tipo, y siempre ha sido unilateral o bilateral? ¿Los signos han sido progresivos, tiene el gato alguna enfermedad sistémica y ha respondido a algún tratamiento previo? La respuesta a todas estas preguntas pueden ser muy útil para descubrir el origen de la enfermedad.

Mi gato tuvo gripe felina de joven y “sorbe” siempre, aunque se encuentra bien de salud general, ¿debería consultar al veterinario para saber si está enfermo?

Puede pedir a su veterinario que examine al gato, pero si él piensa que la causa más probable de esos síntomas es una rinitis crónica postviral y el gato no está demasiado incómodo con la descarga nasal, probablemente lo mejor sea no someterlo a exámenes complicados (excepto quizás un test frente al FeLV). Las pruebas de diagnóstico más complejas suelen reservarse para aquellos gatos afectados con síntomas severos y progresivos o para los que tengan enfermedad generalizada.

Si la decisión es tratar a un animal con enfermedad crónica de VRA grave, antes deberemos conocer la causa de la enfermedad en la medida de lo posible. Así conoceremos qué tratamiento será el más adecuado y podremos discutir las consecuencias del mismo. Sin embargo, como la mayoría de casos de afección de VRA suelen ser consecuencia de una enfermedad crónica postviral, debemos recordar que las pruebas diagnósticas pueden dar resultados negativos y que las probabilidades de curación completa pueden ser bajas, a pesar del tratamiento.

Pruebas diagnósticas para descubrir las causas

  • Los análisis de hematología, bioquímica y los test de FeLV y FIV nos pueden ayudar a conocer la diseminación de la enfermedad por todo el organismo.
  • Deben tomarse frotis de nariz y boca para investigar la presencia de bacterias, virus u hongos
  • Para que los resultados de las siguientes pruebas diagnósticas sean más fiables, lo mejor será aplicar anestesia general al gato. Se incluirá la toma de radiografías y el examen de la boca y la nariz. Nos fijaremos con más detalle en las cavidades nasales y exploraremos por encima del paladar blando (una lámina de mucosa al fondo de la garganta). Mientras exploramos la nariz podremos tomar muestras de biopsia para buscar bacterias, hongos, evidencias de inflamación o células neoplásicas. Estos métodos no nos proporcionan un acceso perfecto a toda la cavidad nasal, así es que es posible que haya algún problema que se nos escape.
  • Si los métodos menos invasivos no nos proporcionan datos suficientes para avanzar un diagnóstico, puede ser necesario realizar una rinotomía exploratoria bajo anestesia general. Esto significa la apertura quirúrgica de las cámaras nasales a través de la cara. Esta técnica proporciona un examen exhaustivo de las cámaras nasales, la posibilidad de tomar biopsias y la eliminación de tejido enfermo. Este procedimiento no debe utilizarse a la ligera, ya que, aunque puede ser beneficioso en algunos casos, como la presencia de cuerpos extraños, de cáncer o infecciones fúngicas, el método es muy doloroso para el gato. Debemos reservar esta técnica sólo para casos en donde haya signos de enfermedad grave o en aquellos donde ya se sepa que padecen cáncer o infección fúngica. Esta técnica raras veces es curativa en casos de rinitis crónica postviral.

¿Puede tratarse la enfermedad crónica de VRA?

Sí, pero la mayoría de las veces el tratamiento no consigue la curación total. En la mayoría de los casos lo que podemos conseguir es controlar la gravedad de los síntomas, ya que los huesos afectados no pueden ser reemplazados.

Debemos dar antibióticos para controlar las infecciones secundarias. Además, los tendremos que aplicar por largos periodos de tiempo y repetir las pautas regularmente para obtener un mejor control de los signos clínicos. Como los tratamientos muy largos a base de antibióticos no están recomendados en los gatos, deberemos esperar a darlos sólo cuando el gato esté muy afectado. Es de esperar que con el tiempo, el gato y sus dueños aprendan a convivir con la enfermedad, aunque necesite tratamiento de vez en cuando.

La terapia mediante vapores es beneficiosa. Puede aplicarse en una habitación pequeña (un aseo, por ejemplo), o bien conseguir una caja ó tienda de campaña pequeña en la que introduciremos un recipiente con agua hirviendo para así crear una atmósfera con mucha humedad. Debemos evitar el uso de anticongestivos de medicina humana ya que muchos de ellos son tóxicos para los gatos. Si el gato tiene muy taponadas las cavidades nasales con pus, una medida terapéutica útil puede ser destaponarlas con suero fisiológico bajo anestesia general. Este método suele producir una mejoría transitoria, aunque al cabo del tiempo vuelven los signos clínicos. El aspecto más importante del tratamiento son unos buenos cuidados de higiene, manteniendo la cara y la nariz del gato limpias de secreciones regularmente y favoreciendo que coma estimulándole con comida caliente para aumentar el aroma. Cuando se descubra alguna causa específica, se aplicará el tratamiento adecuado: por ejemplo, si detectamos un pólipo se eliminará quirúrgicamente, algunos tipos de cáncer pueden controlarse con quimioterapia y las infecciones por hongos pueden tratarse con antifúngicos.

compartiendo información
por el bien del gato

GEMFE es un socio nacional de ISFM

©This information sheet is produced by International Cat Care

iCatCare, High Street, Tisbury, Wiltshire, SP3 6LD, UK

www.icatcare.org

 

Registered Charity No: 1117342